Los mayas
clásicos desarrollaron, según las regiones, diversos estilos en arquitectura,
pintura, escultura y otras artes, en las que desplegaron un alto grado de
calidad técnica. La labor de los artistas estivo íntimamente relacionado
con las características sociales, culturales y políticas de su entorno. El
despliegue ritual era esencial para reafirmar el poder político. Los grandes
conjuntos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos servían como
escenarios para la actividad ritual y cortesana, la cual involucraba el uso de
artefactos lujosos, lujosamente elaborados, tales como vestimenta, adornos
personales y otros de uso ritual. Entre dichos objetos, los de lujo también
formaban parte de utensilios funerarios, cuyo grado que elaboración reflejaba
la categoría del individuop en vida. En buena medida, elarte del
periodo clásico se derivó demodelos originados durante el preclásico. Sin
embargo fue en el periodo clásico cuando se alcanzaron los niveles más altos de
elaboración artística, tanto en las artes monumentales como en los objetos
portátiles.
La planificación de los centros ceremoniales mayas siguió la
topografía y condiciones del terreno, lo que determinó las diferentes
formas y estructuras de las edificaciones. La arquitectura maya participó
de las características generales de las culturas americanas, pero tuvo
modalidades especiales, incluso dentro de su propio estilo (el "arco
falso",- bóveda maya-, cresterías o peines, estelas y altares.,etc). Se
registraron varios estilos arquitectónicos como el "estilo de Petén"
en Uxmal; el "estilo Usumacinta:" En Palenque; el "estilo
Puuc" de Uxmal, etc. Y, hubo además otro detalle muy valioso: el de la
pintura integrada a la arquitectura.
Escultura
Incluye una gran
variedad de manifestaciones: altares, estelas, lápidas, dinteles zoomorfos,
tableros, tronos, jambas, columnas, figuras de bulto y marcadores de
juego de pelota. Sus principales características son la utilización del
relieve, la monumentalidad en el tratamiento de los temas, el uso del
color en el acabado superficial, la dependencia del ámbito arquitectónico,
la profusión de signos caligráficos y ornamentales, la relevancia de las
líneas curvas y el carácter abigarrado y escenográfico de la composición. Las
estelas conmemorativas son magníficos trabajos entre los que destacaremos las
de Tikal, Copán, Quiriguá y Cobán. Se trata de enormes lajas de piedra clavadas
verticalmente en el suelo, en las que los escultores mayas tallaron en
bajorrelieve imagénes del jubileo de sus reyes. Se erigían al finalizar un
periodo temporal concreto, cada cinco y cada veinte años, y en ellas, mediante
jeroglíficos, se narraban los acontecimientos más importantes del reinado. Excelentes
son los dinteles figurativos que flanqueaban las puertas de los palacios y
templos de Yaxchilán, los altares de Piedras Negras y los zoomorfos de
Quiriguá, aunque quizá la cumbre de la escultura maya sean los paneles de los
edificios de Palenque. El palacio, y los templos de las inscripciones, el Sol,
la Cruz y la Cruz Foliada, constituyen uno de los mejores ejemplos de cómo el
hombre es capaz de plasmar en piedra su universo religioso.
Arte mural
Aunque los
restos que han llegado hasta nosotros son muy escasos, la pintura mural del
periodo clásico maya alcanzó una gran perfección técnica y una gran calidad
artística, logrando un difícil equilibrio entre el naturalismo de los
diseños y la gravedad impuesta por el convencionalismo de los temas. Aunque
utilizan tintas planas carentes de perspectiva los muralistas mayas supieron
crear la ilusión del espacio. Primero trazaban el dibujo en rojo
diluido sobre una capa de estuco, después se pintaba el fondo quedando las
figuras en blanco y posteriormente se iban rellenando los diferentes espacios
con sus respectivos colores. Para sugerir la perspectiva y el volu
volumen recurrían al fileteado de las figuras, la yuxtaposición de colores
y la distribución de los motivos en diversos registros de bandas
horizontales. Los murales más importantes que se conservan son los del sitio de
Bonampak (Chiapas). Las pinturas ocupan la totalidad de las paredes de tres
habitaciones de un edificio (790 d.C.). Relatan acontecimientos bélicos que
incluyen las ceremonias preliminares a la batalla (cuarto I), la batalla
(cuarto II) y el sacrificio final (cuarto III). Existen fragmentos de antiguas
pinturas en Uaxactún, Palenque, Coba y Chichén Itzá.
Cerámica y
lítica
De la misma
forma que los muralistas mayas plasmaron escenas mitológicas y cortesanas en
sus composiciones, los ceramistas reflejaron diversos aspectos relacionados con
temas similares. La cerámica polícroma —asociada con el mundo funerario—
fue la más extendida. La técnica era similar a la de los murales aunque jugaron
también con las posibilidades expresivas que les brindaban el engobe y el
pulimento. Suelen ser cilindros, platos y fuentes de distintas dimensiones
donde la pintura cubría casi la totalidad de la superficie. Los perfiles de
losdibujos se realizaban en negro sobre un fondo monocromo, crema o
anaranjado. El otro estilo, del que se conservan muy pocos, llamado códice, recuerda
la técnica utilizada por los escribas mayas sobre las tiras de papel vegetal
estucadas y pintadas. Las figuras antropomorfas alcanzaron también una gran
popularidad y perfección. Las llamadas figuritas de la isla de Jaina (Campeche)
incluyen una variada muestra de tipos físicos diferentes. A esta lejana isla
llegaban para enterrarse personajes ilustres de muy diversa procedencia, y los
artesanos de la necrópolis preparaban los ajuares que habían de acompañarles en
su viaje al mundo de los muertos (Xibalbá).
La talla de las
piedras semipreciosas, en jade y obsidiana, suponen una valiosa aportación al
arte maya. Figuras humanas, excéntricos y collares alcanzaron un grado de
perfección que las hizo ser incluidas en los ajuares de las tumbas más principescas.
Aunque las extremas condiciones de calor y humedad han impedido que
estas manifestaciones llegaran hasta nosotros, las escenas figurativas que
aparecen sobre distintos soportes nos permiten hacernos una idea de cómo
debieron ser. Los reyes y dignatarios aparecen vestidos con taparrabos,
camisas, capas, túnicas y mantas realizadas en algodón, piel y fibra
vegetal. Los trabajos plumarios alcanzaron un gran desarrollo. Los artesanos
mayas disponían de una tradición muy rica dentro del medio natural más apropiado.
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